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Existen ciertas especulaciones que indican que el cantante Gustavo Cerati tuvo premoniciones acerca de su vida; y muchos de los significados de sus versos tuvieron la función predictiva de su muerte. Todo empieza a cobrar sentido desde el accidente cerebrovascular que sufrió en el 2010, que lo tuvo hospitalizado durante 4 años.
A partir de ello, algunos fanáticos revelaron coincidencias entre lo que enuncia en algunos versos de sus canciones y la forma en la que cayó en coma Cerati, como en su canción 'No Existe', del disco 'Signos' de Soda Stereo, canta "Temí por mi cerebro aprisionado". Ésta se relaciona con perder el control o autonomía física conecta directamente con la situación de sus últimos años de vida, en la que dependió de una conexión a equipo médico para permanecer con vida en la Clínica Alclaa de Buenos Aires, Argentina.
En otras canciones como "Engaño", Gustavo Cerati menciona "Soñé estar aquí y no recuerdo despertar", mientras que en "Caravana" dice “Estoy cercado por la ciencia y nadie me verá mañana”. Ambos enunciados podrían referir que la estrella de rock sabía desde un inicio que no despertaría de su "sueño profundo" en coma y que permanecería algún tiempo bajo observaciones médicas. También en 'En Camino dice “quiero encontrar un paraíso y no volver”; y en 'Crema de Estrellas': ”Cuando está oscuro todo empieza a verse más claro. En mi constelación…”, señalando que, quizás, encontró la paz y podía vislumbrar cierta esperanza al encontrarse con otro mundo.
Según el crítico musical chileno Alfredo Lewin, las letras de Gustavo Cerati tenían una doble virtud, porque “eran fonéticamente atractivas y al mismo tiempo expresaban una buena idea”. Aunque a algunos les parezca iuncreíble, las coincidencias son bastante claras y sorprendentes, pues verdaderamente parece que Gustavo Cerati fungió como un profeta de los últimos años, de su permanencia en la tierra.
